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Foto del escritorMarc Camps

¿Qué es la moxibustión? Todo lo que necesitas saber



conos de moxa sobre la espalda de una mujer



 

Seguramente has oído alguna vez el término “moxibustión” y no has tenido ni la más remota idea de qué es. Tranquil@, en este artículo voy a explicarte todo lo que necesitas saber a cerca de ella.


¿Qué es la moxibustión?

Empecemos pues, con lo más básico. ¿Qué es la moxibustión? Se trata de una técnica milenaria que forma parte de la MTC, que se fundamenta en la combustión de la moxa, hecha con la planta Artemisa vulgaris secada y prensada, con el fin de aplicar calor.


Artemisa vulgaris


 

Origen de la moxibustión

Se cree que la moxibustión tiene origen en el norte de China, dónde, a causa de las bajas temperaturas predominaban las patologías relacionadas con la exposición prolongada al frío. Es por esto que, la moxa pese a tener múltiples aplicaciones y virtudes, nos será de gran ayuda especialmente en condiciones en las que predomine el frío y la humedad.




Paisaje de un lago de China


Propiedades

Como he comentado al inicio de este artículo, la moxa está hecha con Artemisa, y esto tiene un por qué. Esta planta posee una serie de propiedades que, al arder, la hacen idónea para la moxibustión. A continuación, veremos los efectos que la moxa ejerce en el organismo.



Caja de moxibustión sobre abdomen


Efecto térmico

El calor producido mediante la combustión de la moxa produce una vasoconstricción en el punto aplicado pero una vasodilatación de la zona periférica del mismo, produciendo así un aumento del flujo arterial periférico y una mayor permeabilidad microvascular, lo que, en términos generales, “mejora” la circulación sanguínea de la zona trabajada.

Al quemarse, la moxa puede llegar a alcanzar los 890ºC, sin embargo, la temperatura a la que se expone el tejido subcutáneo nunca ex cede de los 45 – 56ºC, por tanto, aplicada de forma correcta, no supone ningún peligro. Así mismo, en los conos de moxa, la temperatura no es constante todo el tiempo, sino que, al principio sufre un ascenso lento, a continuación rápido, seguido de un descenso rápido y finalmente un descenso lento, por lo tanto, hay una variabilidad térmica, que hace que en ningún momento se llegue a sentir excesivamente caliente ya que la piel se va acostumbrando a la temperatura. Del mismo modo, y como veremos más adelante, cada tipo de moxa y su modo de aplicación tiene un impacto térmico distinto, por ejemplo, si entre un cono de moxa y la piel ponemos una rodaja de jengibre, la temperatura recibida en la piel es menor, en cambio, nos aportará otros beneficios.

 

Gracias al calor aplicado mediante la moxibustión, activamos receptores de calor y nociceptores polimodales, los cuales, desencadenan una serie de respuestas del sistema nervioso, que deriva procesos fisiológicos beneficiosos, buscados al aplicar esta técnica.

 

Existe evidencia de que la moxibustión, gracias al efecto térmico es capaz de activar las neuronas del subnúcleo reticular dorsal (SRD), el cual, juega un papel fundamental en la modulación del dolor. Además, la hipertemia local provocada por la moxibustión, también parece ser capaz de inducir la expresión de proteínas de choque térmico (HSN), las cuales, de forma muy resumida, son las encargadas de mantener y reparar las proteínas de nuestro organismo, tan necesarias para el correcto funcionamiento de las células.

 

Efectos de la radiación de espectro infrarrojo

La moxa al arder, además de calor y luz visible, emite radiación infrarroja, la cual, también ejerce un impacto sobre el organismo. Parece ser que la moxa al ser quemada emite radiación infrarroja con una longitud de onda que va desde los 0’8 y 5’6 𝜇m, con su pico en los 1’5 𝜇m, lo que sitúa a este último cerca de la región de los infrarrojos cercanos. Sin embargo, dependiendo de la forma de presentación y de aplicación de la moxibustión (directa, indirecta, en cono, con o sin jengibre…), puede existir una variación en la longitud de onda de la radiación infrarroja emita, situándola en ocasiones en diferentes regiones del espectro infrarrojo.

Particularmente, la radiación infrarroja cercana, es la que parece tener más beneficios para el organismo. Concretamente, es capaz de penetrar hasta 10 mm debajo de la piel, después ser absorbida por los tejidos y promover la producción de ciertas sustancias activas que, una vez absorbidas por tejido conectivo, nervios, vasos sanguíneos…, son distribuidas por todo el organismo mediante el torrente sanguíneo, mejorando el metabolismo y la termogénesis de los órganos que alcanzan. Además, parece ser capaz de estimular el metabolismo celular y regular el sistema inmune y modular funciones neurológicas.  

 

Actividad biológica

Además del efecto térmico y de la radiación, la Artemisa, planta de la que está hecha la moxa, gracias a su composición ejerce una serie de efectos biológicos sobre el cuerpo humano.

Los aceites esenciales de la moxa incluyen en su composición terpenos como el 1’8 – cineol, el alfa – tujeno o el alfa – pineno, entre otros. Así mismo, también contiene alcanfor, borneol, aldehídos… Por otra parte, la moxa también contiene flavonoides, taninos, esteroles, polisacáridos, etc. Todo esto, le confiere una serie de beneficios entre los que se encuentran la capacidad de ayudar a relajar y expandir los músculos y tejidos de las vías respiratorias, reducir la tos y facilitar la eliminación de mucosidades, e incluso, ejerce una potente acción antioxidante.

 

Estimulación de los “acupoints” o puntos de acupuntura

Hasta ahora hemos visto los efectos que ejerce la moxa por si misma, sin embargo, la moxibustión no puede entenderse sin la teoría de la MTC del sistema de meridianos. Al aplicar la moxa en los puntos de acupuntura, además de los efectos vistos anteriormente, sumamos los propios de dichos puntos, lo cual, nos permite realizar un trabajo mucho más global regulando los distintos meridianos contemplados según la MTC. Es por esto, que, en ocasiones, y especialmente en personas con fobia a las agujas puede “sustituir” en cierta medida el trabajo realizado con la acupuntura.


Como podemos ver, la moxibustión ejerce múltiples efectos mediante varias vías de acción. Atribuir sus beneficios simplemente a el calor emitido sería muy reduccionista y alejado de la realidad.
 

¿Cómo se utiliza?

Dependiendo de los objetivos que queramos lograr al trabajar con moxibustión, encontramos una amplia variedad de formas de presentación de la moxa.

Puro de moxa encendido

  • Puros o rollos de moxa. Se trata de cilindros de moxa prensada que se aplica a unos centímetros de la piel. Nos permite tener un gran control de la temperatura y la capacidad de ir estimulando diversos puntos.

  • Conos de moxa. En este caso, la moxa se posa directamente sobre la piel mediante pequeños cilindros en forma de cono que tienen un adhesivo en su base. El calor generado mediante este tipo de moxibustión normalmente es más intenso que mediante moxa indirecta como los puros.

  • Moxa con jengibre. Interponemos una rodaja de jengibre entre la piel y la moxa, lo cual, nos aporta ciertos beneficios derivados de la movilización de la energía (Qi) y de la sangre.

  • Moxa con ajo. Además del jengibre, podemos optar por interponer ajo entre la piel y la moxa. En este caso, nos es útil en procesos infecciosos gracias a las propiedades antisépticas del ajo.

  • Moxa con sal. Aplicamos la moxa encima de un montoncito de sal gruesa. Generalmente, esta técnica suele realizarse encima del ombligo, ayudándonos a regular el abdomen inferior y estimulando el yang.

  • Aguja caliente. En este caso calentamos las agujas de acupuntura previamente insertadas en los puntos deseados, con conos o puros de moxa. Mediante esta técnica, conseguimos que el calor de la moxibustión llegue hasta capa más profundas.

Moxa sobre rodajas de jengibre
Moxa con jengibre


Tanto hablar de quemar moxa… puede ser que te preguntes si la moxibustión produce mucho humo. La respuesta es sí y no.

La moxa con humo es la versión tradicionalmente utilizada. Sin embargo, también existe la moxa sin humo, que ofrece los mismos beneficios que su contraparte tradicional. Gracias a un proceso de producción especial, la moxa sin humo apenas emite humo al arder. Esto significa que no estamos expuestos a las sustancias potencialmente nocivas que se desprenden al trabajar con moxibustión.

En mi consulta de acupuntura en Palma de Mallorca, opto por utilizar exclusivamente moxa sin humo. De esta manera, puedo proporcionar los beneficios de la moxibustión sin los riesgos asociados a la exposición al humo.


Moxa sobre agujas de acupuntura
Técnica aguja caliente

 


Conclusiones

La moxibustión es una técnica muy utilizada en el ámbito de la MTC, que nos permite trabajar sin la necesidad de punturar, pero que a la vez se complementa muy bien con la acupuntura.

Los beneficios de la moxibustión trascienden la mera aplicación de calor. Esta técnica ejerce un impacto multifacético, provocando cambios físicos y químicos, así como la regulación energética. Esto se logra a través de la estimulación precisa de los acupoints y la aplicación de la teoría de los meridianos.

Por lo tanto, la moxibustión es una herramienta poderosa y versátil en el arsenal de la MTC, complementando a la acupuntura en determinadas situaciones, cubriendo así un amplio espectro de condiciones en las que podemos trabajar para lograr un verdadero bienestar integral.





 

Te recuerdo que dispongo de una consulta de acupuntura en Palma de Mallorca, si quieres que te ayude a encontrar tu equilibrio natural, no dudes en concertar una cita conmigo.


 

Quiero dejarte claro que esta información tiene fines meramente divulgativos y que no soy médico :)



Referencias utilizadas en este artículo:

Deng, H., & Shen, X. (2013). The Mechanism of Moxibustion: Ancient Theory and Modern Research. Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine, 2013, 1–7. https://doi.org/10.1155/2013/379291

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